Cuántas veces hemos escuchado a entrenadores repitiendo la famosa frase “Nunca se pierde, se gana experiencia” Cuán real es y si realmente tiene un impacto positivo en la carrera del jugador de fútbol? ¿O si es mayor el impacto negativo que pueda ocasionar en el aspecto cognitivo del atleta?
La verdad no es absoluta, y todos tenemos un poquito de ella, es cómo enfocamos nuestra reflexión de todo en la vida; en la carrera de un atleta es bien parecido, se sabe que habrán adversidades y que de ellas debemos tratar de poner nuestro enfoque en las cosas que realmente nos aportaran para una mejor carrera, y no en aquellas que simplemente no nos enseñan y crean en nosotros un estado de culpabilidad hacia uno mismo o hacia otros como en el fútbol.
Las derrotas en cualquier deporte nos hacen crear las herramientas necesarias para así no volver a cometer los mismos errores en el futuro, para saber cómo responder a cuyos momentos o situaciones que nos hacen pensar y en ocasiones arriesgar más. Y mucho más importante nos enseñan a cómo levantarnos cuando tropezamos y así poder ayudar a otros cómo a nosotros mismos.
Una de las maneras de desarrollar la capacidad cognitiva de un atleta es a través de la diversidad de la competencia con sus equipos y jugadores. Sabemos que la presión en el juego ayuda al atleta desde muchos puntos de vistas, y así se crean ciertas conexiones neurológicas para saber cómo responder a ellas, y también reconocer ciertos escenarios de estos momentos y poder obtener un mejor rendimiento semana tras semana. El impacto es positivo y no negativo siempre y cuando lo veamos desde el punto de vista de aprendizaje, el jugador sabe que para catapultar su nivel, necesita jugar en competencias fuertes, con jugadores de más nivel, y que esos momentos, o partidos harán al jugador esforzarse a dar más de él mientras atraviesa esos momentos donde la derrota nos toca a la puerta los fines de semana. En fin, enseñemos a nuestros jugadores a aprender de todo de lo que se nos avecine, así sean las derrotas en el fútbol o momentos difíciles en nuestras vidas, o carrera deportiva; que la diferencia la hacen ellos en cómo responden a cuyas adversidades y que así irán trabajando en su carácter para el día de mañana, que para llegar a la cima debemos aprender también a escuchar a aquellas personas que nos dan todo en cada momento, y que nos enseñan de corazón, gracias a todos aquellos entrenadores que forman a nuestros atletas y que saben que no hay camino fácil de recorrer si se quiere llegar a la cima, gracias de veras.
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